En esta mecánica, el jugador debe descubrir todos los pares de imágenes que se encuentran ocultos en un tablero de tarjetas, que se muestran por el dorso. Para ello, debe voltear de a una tarjeta por vez, para ver la imagen oculta. Cuando voltea sucesivamente dos tarjetas, con imágenes iguales, éstas quedan descubiertas para el resto de la partida. El jugador gana cuando descubre todas las tarjetas del tablero, dentro del tiempo establecido. De lo contrario, pierde la partida.
El usuario puede crear juegos de hasta doce tarjetas de memoria, donde usa sus propias imágenes. A cada tarjeta se le asocia una palabra o concepto, para que el jugador relacione ambas ideas. Además, al conjunto de tarjetas se le agrega un texto de colección, que identifica al conjunto.
Esta mecánica de juego es ideal para trabajar contenidos sencillos donde las imágenes tienen un papel relevante en el concepto a trabajar.
Ejemplo de un videojuego educativo simple de Tarjetas de Memoria:
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